En el pasado reciente de nuestro país, hubo un movimiento que a través de muchas protestas logró la aprobación presupuestaria del 4% del PIB para inversión en educación.

Ese hecho marcó un hito histórico de nuestro país, sin embargo, el objetivo de este artículo no es analizar la situación política luego de aquello… mucho menos entrar en el espinoso tema, ¿Cuál ha sido el destino de tanto dinero?

El objetivo de este artículo es llevarlo a un plano más personal y particular del cual tenemos control total y autonomía, te pregunto a ti querido lector: ¿Cuánto es el presupuesto anual para tu educación?

En mi experiencia y antigua forma de pensar, solo aquellos que tienen una meta u objetivo específico (maestría, certificaciones o diplomados) pueden responder sin asombro que fue considerado o planificado en sus gastos del próximo año.

Un gran número de personas terminamos la universidad y recitamos la frase: “Ni loco vuelvo a pisar un aula” o la más famosa: “Por ahí no me vuelven a ver ni en pintura“. Luego nos damos cuenta de que ese logro, era solo un escalón inicial de la vida profesional. Otros nos mantenemos con el autoengaño de: “el año que viene hago eso… después… más adelante cuando tenga tiempo y dinero“. Te pregunto nuevamente: ¿Estás seguro en tu trabajo?

En esta época (final de año) planificamos las vacaciones, cambios, gastos y adquisiciones que sucederán en el nuevo año ¿dónde queda tu educación? ¿cuándo invertirás en tu desarrollo, crecimiento personal y profesional? ¿Estás seguro de que tu profesión no ha evolucionado desde que te graduaste?

En medio de estos cambios y en pleno curso de la 4ta revolución industrial, necesitamos personas capacitadas y con conocimientos actualizados. ¡Estas a tiempo! no permitas quedarte obsoleto por falta de diligencia e inversión.

Si estar al día no es tu motivación, quizás sean otrascosas las que te mueven. Ya que algunos persiguen, por ejemplo, una promoción, aumento de salario, un nuevo de empleo o negocio o la anhelada libertad financiera. Las oportunidades para los simples mortales como nosotros, no se regalan o caen del cielo, ¡debes crear tus oportunidades!, Vuelvo y te pregunto: ¿cómo lograrás eso sin invertir en ti? ¿Cómo serás efectivo supervisando personas o liderando un equipo/proyecto?, sin desarrollar tus capacidades y conocimientos.

Como dijo el gran escritor Voltaire: “Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan.”. A esa gran frase me atrevo a agregarle: “Haz tu parte y lo que depende solo de ti, ¡prepárate!, lo demás llegará”.

En este momento de planificación, incluye un monto de inversión para ti, ya sea un curso, diplomado, congreso o especialización. ¿No sabes cómo empezar? inicia con poco, por ejemplo, el 4% de tus ingresos anuales. Con ese presupuesto podrás ver la inmensidad de cursos presenciales o por internet que puedes realizar. Aunque sea compra un libro y ¡léelo!, que no sea un adorno más en tu estante o dispositivo electrónico.

Para finalizar, quisiera que reflexionar contigo lo siguiente, y esto es muy personal sin pasión política alguna. Los dominicanos como nación, cambiaremos nuestro destino, cuando modifiquemos nuestra forma de pensar. Si en vez de pedir o mendigar a la clase política un 4%, iniciáramos nosotros colocando un poquito de nuestros ingresos como inversión en nuestra formación, nos daríamos cuenta del avance cuántico que obtenemos al educarnos y que más que un gasto, es una “inversión con retorno asegurado”, en vez de pedir exigiríamos un 15% o 20% del PIB.

Es más, me atrevo a decir que nuestra selección electoral fuera diferente, pero mi artículo no es político, es mucho más importante y transcendental para nosotros, ya que es una reflexión personal.

Como dijo el gran Mahatma Gandhi: “Si quieres cambiar el mundo, empieza por cambiarte a ti mismo”.

¡Un abrazo y Feliz navidad!